TEMA 2:
PENSAMIENTO Y REALIZACIONES INNOVADORAS EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO
XX
La Pedagogía humanista (Rousseau, Pestalozzi,
Fröbel) los planteamientos pedagógicos más influyentes en esta tendencia fuero:
-
La pedagogía de la acción de John Dewey (pragmatismoà que lo que el niño aprenda
tenga un significado práctico, activismoà focalizado en el que el niño
experimente y sea constructor de su proceso.)
-
Las teorías genético-cognitivas de Jean Piaget (desarrollo
cognitivo) (el
niño aprende no solamente porque es enseñado por otro sino porque está asociado
a un proceso madurativo y evolutivo, dice que el desarrollo se da en una serie
de etapas.)
-
Las genético-dialécticas de Vygotsky (el niño para aprender
necesita de la intervención de un mediador y la interacción social)
-
La educación en libertad de Benjamin Spock (modelo de enseñanza
en el que el niño es el que decide lo que quiere aprender en función de sus
propios intereses y decisiones)
-
La pedagogía del oprimido de Freire
-
O el constructivismo de Ausubel (aprendizaje significativo)
La pedagogía
progresista da
lugar aà
ESCUELA NUEVA; ESCUELA ACTIVA; EDUCACIÓN NUEVA. Donde encontramos el PRINCIPIO
DE INDIVIDUALIZACIÓN que conforma laàeducación
reformista
PABLO FREIRE. PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO Y DE LA LIBERACIÓN
DESHUMANIZACIÓN
La <<deshumanización>> es la
consecuencia de la opresión, y afecta a los oprimidos y a quienes oprimen.
Los oprimidos, en reacción contra los
opresores, a quienes idealizan, desean convertirse a su vez en opresores. Es una gran contradicción,
que desafía al oprimido proponiéndole una nueva fórmula, transformarse en los
restauradores de la libertad de ambos. De esta forma, debería nacer un hombre nuevo que supere la contradicción: ni opresor
ni oprimido: un hombre liberándose, humanizándose.
EDUCACIÓN BANCARIA: EL SABER COMO UN DEPÓSITO
En la concepción
bancaria, el sujeto de la educación es
el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los
contenidos. Los educandos son así una especie de
<<recipientes>> en los que se <<deposita>> el saber.
El único margen de
acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimientos, convertidos en objetos del proceso,
padeciendo pasivamente la acción del educador.
De este modo, a
mayor pasividad, con mayor facilidad los oprimidos se adaptarán al mundo y más
lejos estarán de transformar la realidad. La
educación bancaria es, por tanto, un
instrumento de opresión.
Su principio del
diálogo, enseñó un nuevo camino para la relación entre profesores y alumnos.
Para Freire el conocimiento no se transmite, se <<está construyendo>>:
el acto educativo no consiste en una transmisión de conocimientos, es el goce
de la construcción de un mundo común.
(Debe haber un cambio en el
profesorado, éste debe propiciar un diálogo con el estudiante, porque a través
de esta interacción se da la reflexión, y a través de esta se promueve el
pensamiento crítico) (el aprendizaje no
se transmite sino que se va construyendo).
EDUCACIÓN PROBLEMATIZADORA: DIÁLOGO LIBERADOR
La propuesta de
Freire es la <<Educación Problematizadora>> que niega el sistema
unidireccional propuesto por la <<Educación bancaria>> ya que da
existencia a una comunicación de ida y vuelta, y elimina la contradicción entre
educadores y educandos. Ambos, educador
y educandos, se educan entre sí mientras se establece un diálogo en el cual
tiene lugar el proceso educativo. Con
la <<Educación Problematizadora>> se apunta claramente hacia la
liberación y la independencia, pues destruye la pasividad del educando y lo
incita a la búsqueda de la transformación de la realidad, en la que opresor y
oprimido encontrarán la liberación humanizándose.
LA DIALOGIDIDAD
LA DIALOGICIDAD: esencia de la
educación como práctica de libertad
Los hombres no se hacen en el silencio, sino
en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión. El diálogo implica un
encuentro de los hombres para la transformación del mundo, por lo que se
convierte en una exigencia existencial.
Para Freire, la
palabra tiene dos fases constitutivas indisolubles: acción y reflexión.
Ambas en relación
dialéctica establecen la praxis del proceso transformador. La reflexión sin
acción, se reduce al verbalismo estéril y la acción sin reflexión es activismo.
La palabra verdadera es la praxis, porque los hombres deben actuar e3n el mundo
para humanizarlo, transformarlo y liberarlo.
<<La pedagogía del oprimido, como pedagogía
humanista y liberadora tendrá pues, dos momentos distintos aunque
interrelacionados. El primero, en el cual los
oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la
praxis, con su transformación, y el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser
del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente
liberación>>. Pablo Freire
EL MÉTODO DE PAULO FREIRE
El método de Freire
es fundamentalmente un método de cultura popular, que, a su vez, se traduce en
una política popular: no hay cultura del pueblo sin política del pueblo.
El hombre se hace
historia y busca reencontrarse; es el movimiento en el que busca ser libre.
Ésta es la educación que busca ser práctica de la libertad.
La metodología surge
de la práctica social para volver, después de la reflexión, sobre la misma
práctica y transformarla. De esta manera, la metodología está determinada por
el contexto de lucha en que se ubica la práctica educativa: el marco de
referencia está definido por lo histórico y no puede ser rígido ni universal,
sino que tiene que ser construido por los hombres, en su calidad de sujetos
cognoscentes, capaces de transformar su realidad.
La palabra y la imagen GENERADORA
Las lecciones para los adultos
se organizaban a partir de la palabras generadoras, por medio de diapositivas,
fotografías, dibujos o carteles que generaban un diálogo. En Brasil podía
comenzar por la palabra generadora tijolo (ladrillo), a partir de una imagen o
fotografía de un ladrillo.
En Chile, comenzaban por la
palabra trabajo, y la imagen de alguien trabajando, según el entorno urbano o
campesino en el que se encontrara el grupo de adultos y las experiencias
vividas por ellos.
Los participantes de los
círculos de cultura dialogaban entre sí y con quien dirigía el debate, sobre
los contenidos asociados a las diferentes figuras, y la repercusión en su
propia vida. En ocasiones, cuando había posibilidades, se trabajaba con
películas y grabaciones que se convertían en generadoras de diálogo.
LA ALFABETIZACIÓN COMO CAMINO DE LIBERACIÓN
Para Freire, el proceso de
alfabetización tiene todos los ingredientes necesarios para la liberación “el
aprendizaje y profundización de la propia palabra, la palabra de aquellos que
no les es permitido expresarse, la palabra de los oprimidos que sólo a través
de ella pueden liberarse y enfrentar críticamente el proceso dialéctico de su
historización (ser persona en la historia)».
El sujeto,
paulatinamente aprende a ser autor, testigo de su propia historia; entonces es
capaz de escribir su propia vida, consciente de su existencia y de que es
protagonista de la historia. Podemos
entender la alfabetización como la conquista que hace el hombre de su palabra,
lo que ciertamente conlleva la conciencia del derecho de decir la palabra.
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